El yacimiento de Carranque (Carranque, Toledo) se ha convertido en una referencia imprescindible para quienes deseen conocer la historia de los últimos siglos de la romanidad y del tránsito a la Edad Media en el centro de la península Ibérica. La notable extensión del enclave, la variedad de sus testimonios arquitectónicos, así como la expresividad y belleza de los mosaicos de la villa romana, otorgan a este yacimiento un lugar muy destacado en la arqueología española.
Visitar el Parque Arqueológico de Carranque es viajar en el tiempo. Recorrer el yacimiento permite conocer una parte del pasado. Prestar atención al Parque Arqueológico conduce a conocer nuestra historia y, en definitiva, a nosotros mismos.
El parque es, hasta ahora, el único en España cuyos edificios están relacionados directamente con el emperador Teodosio I El Grande.
En el lugar conocido como Santa María de Abajo, situado en una terraza de la margen derecha del río Guadarrama, se descubrió un mosaico de manera fortuita en 1983 como consecuencia de las labores agrícolas practicadas en este paraje por el vecino de Carranque Samuel López Iglesias. La importancia del hallazgo impulsó el inicio de una intervención arqueológica que se produjo de manera ininterrumpida entre 1985 y 2003 y, ya bajo una nueva dirección científica, entre 2004 y 2010. A lo largo de estos años se han puesto al descubierto diversos edificios y estructuras localizadas en una amplia superficie que abarca aproximadamente unas 18 hectáreas, entre los que sobresalen la casa de Materno y su complejo productivo destinado a la elaboración de aceite y vino –torcularium-, un mausoleo y un edificio palacial. Este notable conjunto arqueológico fue declarado Parque Arqueológico por la JCCM y abierto al público en el año 2003.
Entre estos restos están: El Edificio Palacial, edificio de representación del dueño de la villa, en origen de carácter público y posteriormente religioso; el Mausoleo, un pequeño lugar de enterramiento que debía de acoger los restos del propietario y su familia; la Casa de Materno, una mansión que servía de vivienda; y el Torcularium, una construcción dedicada a la elaboración de aceite y vino.
La espectacular colección de mosaicos de la Casa de Materno justificaría por sí sola una visita al Parque Arqueológico.
Además de la entrada general, el parque también ofrece visitas guiadas, para las cuales es imprescindible la reserva previa.
El Edificio Palacial
Se trata de un edificio de uso civil de representación. Destaca su poderosa arquitectura y su espléndida decoración marmórea con columnas de mármol realizadas en un único bloque, procedentes de las canteras del interior de Anatolia.
Pronto debió de pasar El Edificio Palacial a ser utilizado como un lugar de culto y enterramiento. Dicha construcción fue reutilizada a lo largo de la historia, por visigodos que lo transformaron en una iglesia y una necrópolis y por los musulmanes que construyeron diversas estructuras murarias, silos de almacenaje y un pozo de agua.
Durante la época medieval cristiana se instala, sobre parte del antiguo edificio, una iglesia y ya en época moderna este espacio acogió una pequeña ermita (Santa Mª de Abajo) que se mantuvo en pie hasta inicios del siglo XX.
El Mausoleo
Está situado entre la Casa de Materno y el Edificio Palacial. Es un edificio de carácter funerario en donde debieron ser enterrados el dueño de la villa y su familia.
Se trataba de una construcción sólida, de planta rectangular, con ábside orientado al este. La obra está construida en -opus caementicium- y revestida de sillares de granito. En el interior se aprecia la cella donde se encontraban los enterramientos.
Casa de Materno y torcularium
La Casa de Materno es la parte residencial de una villa romana dedicada a la explotación agropecuaria y cuyo origen se sitúa en el periodo alto imperial.
Es un edificio de planta cuadrada con un patio central -peristilo- desde el que se accede a las distintas estancias entre las que se encuentran el pórtico de entrada, el comedor -triclinium- el salón de recepción -oecus-, los dormitorios -cubiculae- o la cocina -culina-. Se conservan veinte habitaciones pavimentadas con mosaicos.
El Torcularium, es un edificio dedicado a la elaboración de aceite y vino donde se encuentra la -calcatoria- (zona para la pisa de la uva), el -lacus- (zona de las cubetas para la recepción del mosto) o la zona destinada al prensado de la aceituna.
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