Etxalar, villa enmarcada entre montañas y verdes prados, cuenta con una interesante y cuidada arquitectura popular, que le ha valido el Premio Nacional de Turismo para embellecimiento y mejora de los pueblos.
Hasta el S. XIX el cementerio del pueblo estaba situado en la entrada principal de la iglesia (Iglesia de la Asunción). La mayoría de las estelas que se contemplan hoy en día en el jardín de la iglesia, unas cien, pertenecían a este cementerio y fueron descubiertas en el almacén de la iglesia cuando se estaban llevando a cabo la obras de remodelación de este último. El resto de las estelas se colocaron en el actual cementerio.
La mayoría de las estelas son circulares y tienen inscritas fechas comprendidas entre los siglos XVII y XIX. Hay otras estelas en las que no pone nada pero que son más antiguas y otras con forma de cruz. En algunas se leen nombres de casas del pueblo y apellidos. En aquella época cada casa tenía su estela propia.
Aunque este tipo de estelas las podemos encontrar en otros pueblos como por ejemplo Sara, la colección de Etxalar es de las más grandes de Euskal Herria (País Vasco).
ESTELA DISCOIDAL
Una estela discoidal es un monumento funerario que se puede encontrar en algunas zonas de Europa Occidental, Rusia, y hasta Oriente Medio (Siria y Armenia). Es típico de los fosos medievales de la comarca de la Matarraña (España) y es abundante en los fosos del País Vasco francés, donde se conocen con el nombre de hilarri.
Estas estelas funerarias tienen forma de disco encarado hacia el sol, encima de un soporte trapezoidal. Se grababan símbolos paganos solares como rosetas hexagonales y flores de la vida, y también símbolos cristianos. En las estelas del País Vasco Francés es típica la presencia de los lauburus.
El pueblo de Etxalar
Etxalar es una localidad de 850 habitantes situada al norte de Navarra, en el límite occidental del Pirineo, a unos 25 kilómetros del mar Cantábrico. Pertenece a la comarca de las Cinco Villas formada por Arantza, Igantzi, Lesaka, Etxalar y Bera. Estos bellos pueblos tienen en común su categoría histórica de villas y su carácter está marcado por la proximidad a la frontera francesa y la existencia de ferrerías entre los siglos XVI y XIX.
Hacer una visita a Etxalar supone sumergirse en su historia contemplando las casas, monumentos y obras de arte que hay repartidas por el pueblo. Sus casas son claros ejemplos de tradición, mantenidas durante siglos. Las más antiguas fueron construidas entre los siglos XV y XVII.
Casi todas las casas tienen dimensiones amplias, están construidas en sillería y en algunos casos se puede ver en la fachada el entramado de madera de la casa. Los balcones de muchas casas son de madera. También los hay pero en menor medida, casas con estructura cúbica. Los balcones de este tipo de casas están sujetas con ménsulas. Esta arquitectura es del S. XIX.
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