La Cueva el Soplao está situada entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa (Cantabria), en lo alto de la Sierra de Arnero a 540m de altitud sobre el nivel del mar, en un antiguo paraje de explotación minera. La cavidad tiene una longitud total de casi 17 km.
Dicen quienes saben de geología y espeleología que el Soplao es una cueva única e irrepetible, una referencia para la espeleología mundial, de la misma manera que Altamira lo es para el arte prehistórico. Su interior constituye una maravilla geológica y espeleológica a nivel internacional, con grandes superficies tapizadas de aragonitos, falsos techos, gours, estalactitas y estalagmitas y concreciones excéntricas de extraordinaria belleza. En la cueva encontramos, no sólo formaciones de calcita, sino también Helictitas de aragonito, cuyas exigentes condiciones de formación, lo hacen mucho más escaso en la naturaleza.
Es también un «enigma» de la Geología porque, al contrario de lo que sucede con la mayor parte de cavidades naturales, el Soplao no se encuentra enclavada en ningún paquete calizo importante, ni ha sido creada bajo el abundante aporte de agua de grandes cuencas de recepción.
La cueva es conocida desde finales del siglo XIX debido a la explotación de las minas de La Florida, pero no fue hasta 1975 cuando el Speleo Club Cántabro se adentró en ella y descubrió gran parte de sus maravillas. Hay que destacar el «falso suelo», una zona considerada por todos los espeleólogos como la «Capilla Sixtina» del mundo subterráneo, por su grandiosidad, disposición y conservación.
No podemos olvidar las pisolitas, más conocidas como perlas de las cavernas. Estas curiosas formaciones deben su nombre a su similitud con las perlas de las otras. En la cueva se presentan como mantos cubriendo una superficie de varios metros, o a modo de nidos, pero nunca aisladas.
Impulsado por el Gobierno de Cantabria, y respetando su condición de «paraje natural a proteger», las cuevas han sido acondicionadas para su visita organizada, constituyendo una experiencia combinada de aprendizaje histórico y natural.
La visita turística actualmente contempla un recorrido de 1.500 metros a través de dos de sus ocho galerías, La Gorda y Los Fantasmas. En su interior, el visitante disfrutará de una auténtica obra de arte de la naturaleza y descubrirá los vestigios mineros de la antigua explotación de La Florida. Se recomienda reservar las entradas antes de ir a visitar la cueva, dada la gran afluencia de visitantes a la misma.
Además, existe la posibilidad de realizar una visita más larga a la cueva de el Soplao, comprando la visita Turismo-Aventura, que permite la vista de tres nuevas galerías en un recorrido que combina turismo con aventura durante dos horas. Se realiza por el suelo original de la cueva, equipando a tal efecto a sus visitantes con la indumentaria adecuada (botas, casco,…) y ofreciendo un contacto más directo con la cavidad. La entrada se realiza igualmente por el tren minero, y a pie hasta la zona del Falso Suelo dónde comienza la aventura. Los visitantes tienen la oportunidad de conocer, sin necesidad de conocimientos sobre espeleología y sin grandes esfuerzos, las impresionantes formaciones geológicas presentes en las galerías de Campamento, El órgano, El Bosque, La Sirena, etc…
El edificio proyectado, sin barreras arquitectónicas, como Centro de Interpretación recibe y acoge a los visitantes y en él se explica el contenido de la cueva y se facilita la entrada a la misma, pues la visita se inicia en la sala de exposiciones y desde el propio Centro parte el tren minero (recreación de las vagonetas de la antigua Mina de La Florida). El tren minero transporta a unas 48 personas cada quince minutos hasta la entrada de la cueva.
VIDEO DE LA CUEVA EL SOPLAO
Desde El Soplao se contemplan, además, preciosas vistas a Peña Sagra, Naranjo de Bulnes, Pico Tres Mares, Sierra del Cuera y el Mar Cantábrico.
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