La Semana Santa es una de las celebraciones más profundas y arraigadas que tienen lugar en España.
La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año) ya que depende del calendario lunar.
La Semana Santa es una tradición que se ha mantenido con el paso de los siglos, con más o menos presencia en ciertos lugares de España, pero que se caracteriza especialmente por los desfiles procesionales y la presencia en la calle del sentido del arte y las costumbres más arraigadas.
Por lo general, y dependiendo del lugar, estas procesiones parten desde su iglesia matriz hasta la catedral, realizando lo que se conoce como la estación penitencial. Acompañadas de bandas de música o del recogimiento y el silencio, las imágenes representan la Pasión de Cristo y las advocaciones de la Virgen María. Las diferentes hermandades acompañan a sus imágenes titulares con sus componentes vestidos de nazarenos, con insignias, estandartes y otros elementos de cada corporación.
El origen de la Semana Santa en España hay que buscarlo en los antiguos autos sacramentales que se representan en el interior de las iglesias con motivo de estas fiestas. A finales del siglo XV, el rey Carlos II comenzó a prohibir estas representaciones teatrales, porque interferían en la celebración de los oficios religiosos. De ahí que los autos pasaran de las iglesias a la calle.
Esto conllevó a que cada grupo teatral buscara los mejores elementos para dicha representación, creándose los diferentes pasos del misterio, o los tronos como también se les conoce en otros lugares. Estos grupos o gremios se fueron desarrollando y creciendo poco a poco, hasta dar lugar a lo que hoy en día se conoce como hermandades y/o cofradías.
En España las tradiciones de Semana Santa más arraigadas y turísticas se encuentran en Castilla y Andalucía, aunque también hay ejemplos muy interesantes en Murcia (las de Lorca y Cartagena están declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional) y la de Orihuela, también de interés turístico Internacional.
Las procesiones son desfiles solemnes en los que numerosas personas acompañan a las imágenes religiosas al son de la música, el arte, el colorido y la magia que las envuelve.
Toda España conmemora la Semana Santa, una celebración que en cada zona y rincón de nuestro país tiene sus propias características. Esta festividad, además de estar enraizada en el imaginario popular desde hace siglos, también está muy vinculada con el arte. Lo demuestran, por ejemplo, las numerosas imágenes religiosas de Jesucristo y la Virgen, iconos tallados con realismo y maestría por escultores como Juan de Juni, Pedro Berruguete o Gil de Siloé. Estas obras excepcionales del arte religioso español, muchas de ellas con más de cinco siglos de antigüedad, salen a la calle para ser contempladas por miles de personas, que las admiran con devoción y respeto.
En cada procesión de Semana Santa pueden figurar una o varias hermandades, cada una con su paso o sus pasos, que suelen ser imágenes religiosas de la Pasión de Cristo, o imágenes marianas, aunque hay excepciones como los pasos alegóricos o los de santos.
La habilidad y pericia que se esconde tras los desfiles estriba en las cofradías y hermandades religiosas, en las que recae la responsabilidad del mantenimiento de las imágenes y la coordinación de penitentes y músicos. En algunas ocasiones hay hermandades que llegan a congregar hasta dos mil miembros, que portan cirios, fanales o estandartes en función del grado de señorío que ostentan, cuyo presidente es el encargado de portar el cetro dorado.
Los costaleros, que llevan el peso de las andas donde descansan los pasos con escenas de representaciones bíblicas, van dirigidos por el capataz, cuya misión es garantizar que el paso sea llevado en procesión con la mayor solemnidad, gracia y tradición posibles. Los costaleros hacen uso de un costal que les facilita el poder sobrellevar durante largas horas los pesados tronos, evitando así el contacto directo de la piel con la madera.
Tras los tronos o pasos también figuran los penitentes o nazarenos con sus correspondientes insignias. Suelen llevar gorros cónicos, muy característicos de España, y que, según el lugar, se llamarán capuces, morriones, capirotes, capillos y capiruchos, por poner algunos ejemplos.
¿Cuál es el origen de los capirotes? El clásico gorro en forma de cucurucho que cubre la cabeza de los nazarenos en la Semana Santa española tiene su origen en la época de la Inquisición española, cuando a los condenados se les colocaba en la cabeza un accesorio con una forma similar, decorado con ilustraciones del delito cometido. La idea es que gracias a su forma puntiaguda, el penitente está más cerca del cielo.
El punto álgido de la procesión coincide con la entrada y salida de los pasos en sus respectivas iglesias. Éste es el momento cuando arte y religión parecen fundirse en una sola cosa. La talla de una imagen creada por magníficos artesanos o imagineros y las mejores andas que datan de los siglos XVI y XVII que perduran en nuestros días.
Todo se envuelve de color y sonido gracias a la variedad de túnicas policromáticas, morriones, enseñas y estandartes. Las emociones afloran ante el lento ritmo de los tambores y la marcha de la procesión, el balanceo de los pasos y el quejido doloroso de las saetas, canciones que se entonan durante las procesiones de Semana Santa.
Incluso si no eres religioso, es difícil no emocionarse ante una atmósfera tan vital y conmovedora. Mientras para muchos supone una fiesta llena de diversión, para otros implica una semana de recogimiento y reflexión. Sin lugar a dudas, la Semana Santa es una parte integral de la cultura y una indiscutible seña de identidad de nuestro país.
En España hay un total de 20 celebraciones de Semana Santa consideradas de Interés Turístico Internacional. De todas ellas, la Semana Santa de Valladolid fue la primera en conseguir tal distinción, y a día de hoy es la única que se encuentra en la lista de candidatas a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Sienta el silencio y la austeridad de la Semana Santa castellano leonesa, en las procesiones de León, Zamora, Salamanca y Valladolid, llenas de sobriedad y sólo rotas por el sonido de las trompetas y los tambores al paso de las figuras religiosas. En la provincia de Albacete, el momento cumbre de la Semana Santa de Hellín, es la Tamborada, cuando el sonido de hasta 20.000 tambores irrumpe en el lugar. Experimente momentos tan intensos como los de Cartagena, con miles de personas cantando al final de cada cortejo en honor a la Virgen. La Semana Santa de Lorca es particularmente original ya que los desfiles también incluyen personajes y escenas de la Biblia y de antiguas civilizaciones. Vibre con los clarines que acompañan a los pasos procesionales por las calles de Cuenca, disfrute del colorido y la alegría de las miles de hojas de palmeras que se agitan en el desfile de Elche, o participe en las multitudinarias procesiones andaluzas, muy especialmente las que se celebran en Málaga y Sevilla, ciudades que viven de forma muy especial estos días de fervor religioso.
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