Los acantilados de los Gigantes situados en el municipio de Santiago del Teide, en el sur de la isla de Tenerife (Canarias) constituyen uno de los paisajes más espectaculares de la isla.
Sus impresionantes paredes verticales caen sobre el océano desde alturas que pueden alcanzar, en algunas zonas, los 600 metros. Estos acantilados no se continúan por debajo del nivel del mar. Los fondos marinos de esta zona tienen alrededor de unos 30 metros de profundidad y poseen un gran valor científico y ecológico ya que albergan una gran riqueza natural, destacando comunidades de algas calcáreas, de coral negro, y esponjas que atraen a entusiastas del submarinismo y de la pesca de altura.
Apodados por los guanches con el nombre de la «muralla del infierno» los consideraban sagrados ya que para ellos representaban el final del mundo.
Estos espectaculares despeñaderos se pueden observar desde cualquier punto del pueblo, pero una de las mejores maneras de explorar su magnitud es de cerca. Sin duda, la mejor manera de contemplarlos en toda su plenitud es desde el mar (por tierra son prácticamente infranqueables). Hay fantásticas excursiones en barco para avistar ballenas Calderones y delfines que parten desde el puerto de Los Gigantes. Es un sitio ideal para practicar submarinismo y bañarse en pequeñas calas desiertas de aguas totalmente cristalinas.
Acantilados de Los Gigantes es hoy en día un pequeño pueblo turístico que posee una playa de arena negra, un puerto náutico y una piscina natural. Cerca de dicho pueblo se encuentran diversos enclaves turísticos como Acantilados de los Gigantes, Playa de La Arena, Puerto de Santiago, etc. Esta zona dista 125 km de la capital insular, Santa Cruz de Tenerife, y 45 km del aeropuerto internacional Tenerife Sur.
La situación panorámica, así como la climatología, ha favorecido el desarrollo de una importante urbanización turística en los últimos años., disponiendo de puerto deportivo, así como de amplia zona residencial y hostelera. La localidad no aparecía como topónimo en los mapas de los años cincuenta, convirtiéndose en nuestros tiempos en un importante núcleo económico de Santiago del Teide.
Las condiciones ambientales de limpieza, temperatura, alimento… de las aguas que rodean a este impresionante acantilado han permitido el establecimiento de varias especies de Cetáceos como los Delfines mulares, que podemos encontrar a muy poca distancia de la orilla, y los Calderones o ballenas piloto.
Los delfines mulares viven en grupos de 10 a 12 individuos y nadan a una velocidad de 5 a 10 Km/h. Cada 5 a 8 minutos deben salir a la superficie a respirar. La observación de cetáceos en el archipiélago está regulada por el Gobierno de Canarias desde el año 1995.
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