Pensar en Andalucía es llenarse de los colores de las buganvillas y gitanillas, del blanco de sus paredes encaladas, del azul profundo de sus mares bajo el sol. Así, la conocida como Ruta de los Pueblos Blancos nos lleva a recoger un sinfín de imágenes populares salidas del corazón mismo de Andalucía.
Esta ruta es una de las más conocidas y cada año, miles de viajeros se dispersan por los caminos andaluces haciendo su recorrido. Es una red de caminos que nos llevan a unos 20 municipios de las provincias de Cádiz y Málaga. Pueblos y ciudades que comparten esas casas con fachadas de blanca cal tan características en gran parte de la comunidad andaluza.
Benaocaz, el siguiente pueblo de la ruta, es un municipio andaluz de la provincia de Cádiz situado en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, y en parte dentro del Parque de los Alcornocales.
Declarada Conjunto Histórico, pasear por Benaocaz supone una mirada hacia atrás en la historia, ya que muchas de sus calles aún conservan el estado original de los asentamientos que hoy por hoy han convertido a este pueblo en testigo mudo del paso del tiempo. Es el caso de la calzada romana de unos 3 kilómetros de longitud y que antiguamente unía este municipio con Ubrique, Villaluenga del Rosario y Grazalema.
Pero la Edad Media también dejó su marca, la encontramos en el Barrio Nazarí situado en la parte superior de Benaocaz y cuyo origen se remonta al siglo VIII. Aún pueden verse claramente los tramos urbanos islámicos en esta zona, que es la más antigua del pueblo.
Este sabor árabe que impregna toda la localidad, contrasta con la nobleza y de las casas señoriales dieciochescas. Aunque de fundación árabe, son numerosos los restos prehistóricos como los de la Sima de la Veredilla y las Cuevas de la Manga.
Visitando, además, el Museo Histórico de la Sierra de Cádiz, el visitante podrá sumergirse plenamente en el devenir histórico de esta villa serrana.
El Castillo de Tavizna, la Ermita de San Blas y del Calvario o la Parroquia de San Pedro e incluso el propio Ayuntamiento, son otros de los lugares destacados de la localidad.
Los amantes del senderismo y el montañismo también tienen aquí un buen filón para la práctica de estos deportes naturales. Una de las rutas más conocidas por su espectacularidad es la del Salto del Cabrero, un recorrido de unos 3 kilómetros que lleva hasta un gran desfiladero con dos paredes verticales de 80 metros de altura, separadas por una garganta de apenas 50 metros. Este peculiar nombre se debe, según la leyenda, a un cabrero que tenía que llevar leche a su hijo enfermo y lo cruzó de un salto sin derramarla.
Con respecto a su gastronomía, son los embutidos y el Ajo Caliente algunos de los productos más típicos en Benaocaz, aunque también destaca la repostería con los suspiros y roscos trenzados.
En verano se celebran las fiestas más populares para los benaocaceños y Sus Visitantes, del 12 al 15 de agosto es la feria y suelta del toro de cuerda, festividad que se remonta al siglo XV.
VIDEO PUEBLO DE BENAOCAZ
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