El esparto (Stipa tennacissima L.) es una planta conocida y utilizada por el hombre para hacer toda clase de útiles desde la antigüedad. Su área de extensión es más bien reducida, aunque propia del litoral mediterráneo, se encuentra en países como España, áreas de Italia y países del Norte Africano, desde Marruecos a Egipto.
Hierba de la familia de las gramíneas que crece espontáneamente en terrenos áridos y pedregosos, es propio de zonas como alicante, Almería, Murcia o la Mancha. En nuestro país las provincias más productoras han sido Murcia, Albacete, Granada y Almería, por este orden.
Es una hierba perenne, cespitosa, de hojas filiformes, flores hermafroditas reunidas en panojas laxas y fruto en cariópside, con tallo de sesenta a setenta centímetros de altura que produce una inflorescencia terminal en panícula y espiguillas unifloras, fue muy valorada por los romanos precisamente por su alta resistencia y perdurabilidad.
De los bordes de esta planta salen dos hilos que se arrancan cuando la planta está verde, estos hilos trenzados o tejidos serán la base de los aparejos del esparto. Trenzados son las llamadas «tomizas» y tejidos forman las pleitas o tiras anchas. La pleita se cosía normalmente con tomizas, y se basteaban (se reforzaban) con tomizas más gruesas llamadas «tomizones».
La manufactura del esparto ha sido parte importante de la vida cotidiana de nuestro pueblo.
Desde tiempo inmemorial, en el mundo rural encontramos objetos empleados tanto en el utillaje del agricultor como en los del ganadero. También ha estado presente en todo lo relacionado con la confección de herramientas para la casa de labor, serijos, cestos, alforjas, serones, bomboncillas, espuertas, etc.
ESPARTERO: Persona que trabaja el esparto en algunas de sus variedades. En una zona como la nuestra, eminentemente agrícola, el esparto tuvo bastante importancia en alguna época puesto que de este material se hacían muchos de los aperos utilizados en la agricultura; como por ejemplo las siguientes:
AGUADERAS: Probablemente su nombre derive de agua porque uno de sus fines era traer en ellas cántaros de agua aunque lógicamente se utilizaba para cualquier cosa; las aguaderas estaban formadas por cuatro compartimentos (llamados cujones), cuya medida era la de un cántaro, unidos dos a dos, y unidos cada pareja por unas tiras de pleita (dos o tres) de modo que cada pareja de compartimentos cayera a un lado del animal (burro, mulo o caballo), quedando la pleita de unión atravesando el lomo. Lógicamente por ser los tamaños de las bestias de carga diferentes, el espartero cuando hacía las aguaderas las hacía de un tamaño diferente, de bestia mayor o menor.
SERONES: De forma alargada especie de barca que se terciaba en las caballerías y que se utilizaba entre otras tareas para llevar el estiércol al campo. También por su cabida en algunas ocasiones se utilizaba para traer melones o sandías y cuando ya no quedaban demasiadas en el melonar y no era necesario utilizar el carro.
SERO: De forma cilíndrica y de altura aproximada de un metro, era empleado para el transporte de la aceituna, por lo cual la parte superior disponía de una tapadera cosida en un solo punto y que se cerraba con una cuerda. Su capacidad era de unos cuarenta y cinco o cincuenta kilogramos de aceitunas.
ESPORTÓN: Era para hacernos una idea, una especie de cestillo con dos asas que se utilizaba para el porte manual de cosas a depósitos más grandes, por ejemplo, las aceitunas desde el olivo hasta los seros. Si era de tamaño pequeño se llamaba ESPUERTA, y si era pequeñito ESPORTILLO.
ESTERAS: Es una pieza de esparto que hacía la misma función que hoy en día las alfombras o felpudos, utilizado para resguardar el pasillo de la casa, que entre otras cosas podía ser dañado por las caballerías al entrar hasta las cuadras. Eran numerosas las casas que para llegar de la calle al corral donde se encontraban las cuadras hubiera que atravesar todo el cuerpo de casa. Si la estera era de pequeño tamaño se llamaba ESTERILLA.
CINCHO: Especie de «corsé» para los quesos. Es una tira de pleita enroscada donde se mete la leche y la cuajada hasta que se va secando. Se le va apretando en algunos momentos para que se «escurra» el queso.
Aunque ha sido utilizado profusamente en la fabricación de útiles y herramientas desde neolítico, el esparto vivirá sus momentos más grandes de esplendor en el siglo XX, coincidiendo con las dos grandes guerras mundiales. El primero, entre 1914-20 que se prolonga hasta los 30, el segundo entre 1940-50 alcanzando a mediados de siglo su época de mayor vigores. En ambos casos el encarecimiento de otras fibras como el yute y cáñamo provocó una revalorización del esparto y su subida del precio; pero al iniciarse los planes de desarrollo y roto el aislamiento nacional al régimen de Franco, la llegada de fibras artificiales y la desproporción entre los costes de cogida y el precio del esparto provocaron su constante declive que terminará prácticamente con su recolección y ulterior transformación.
Mención aparte merece el uso de esta fibra para la confección de alpargatas y alborgas o esparteñas ya que a base de cosido y trenzado del esparto se confeccionaba la suela del calzado más popular de antaño o el especial para el trujal de las uvas.
Este calzado ligero, hecho de cuerda trenzada y de lona, es originaria de España. Ya en el siglo XIII fue llevada por los soldados a pie del rey de Aragón. El nombre « alpargata » viene de la palabra « esparto », una clase de yute utilizado originalmente para fabricar las suelas. Existe una gran variedad de tipos de alpargatas, fundamentalmente divididas en dos clases: las que se ajustan con cintas y las que no. En la actualidad es frecuente que la suela de esparto esté recubierta total o parcialmente de una fina capa de caucho, para protegerlas de la humedad y el desgaste. En la actualidad se usa corrientemente como prenda informal en los meses más calurosos.
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Esta genial el aporte. Reciba un cordial saludo.