EL LAGO DE SANABRIA: lagos y lagunas naturales

lago de sanabria

En el Pleistoceno Superior, hace 100.000 años, un impresionante glacial con lenguas de hielo de más de 20 kilómetros sirvió de origen al actual Lago de Sanabria. Hoy, sus 318 hectáreas de superficie y una profundidad que alcanza hasta 51 metros, le convierten en el mayor la Península Ibérica.

El lago se encuentra dentro de un parque natural, situado en el extremo noroccidental de la provincia de Zamora (Castilla y León), en las estribaciones de las sierras Segundera y Cabrera.

Los bosques más abundantes en el entorno del Lago de Sanabria son los formados por el roble melojo o rebollo. También se localizan unas interesantes manchas de acebo y tejo, mientras que los abedules y alisos son abundantes en las riberas de los caudalosos ríos que descienden de las cimas o comunican entre sí las distintas lagunas localizadas en el interior del Parque Natural.

Al ganar altura, el bosque es sustituido por un matorral de escabonales, cambronales y brezales. En Sanabria se localizan también los famosos endemismos: la carqueixa sanabresa y la Geranium bohenicum. Dentro de la fauna se pueden mencionar el águila real, el lobo, el corzo, la lagartija de Bocage y la víbora de Seoane.

aguila_real

Además de su alto valor medioambiental el Parque Natural de Sanabria ofrece valiosos recursos históricos, artísticos y culturales. Junto al interesante monasterio románico de Santa María (monumento histórico-artístico nacional desde 1931), en San Martín de Castañeda -sede del Centro de Interpretación del Parque Natural-, destacan el conjunto urbano y monumental de Puebla de Sanabria y las numerosas muestras de arquitectura popular distribuidas en los pueblos de la zona.

Monasterio-de-San-Martín-de-Castañeda

El Cañón del Tera

Muy cerca de la orilla del Lago de Sanabria, en Ribadelago Viejo, se inicia el recorrido que se interna a través del estrecho y espectacular cañón del Tera. A la salida del citado pueblo y siempre paralelo al río se encuentra la cerrada garganta. Tras dejar a la derecha el camino de San Martín de Castañeda y vadear el Tera por un improvisado paso, el sendero discurre por una zona de grandes piedras acarreadas por la corriente.

Cañón-del-Tera

Al llegar a las primeras cascadas es necesario cruzar de nuevo el río y comenzar a ganar altura para salvar las primeras dificultades topográficas. Las huellas dejadas por las distintas glaciaciones cuaternarias en las rocas cámbricas de la zona caracterizan el relieve. Profundos barrancos, circos glaciares, alturas aborregadas, ibones, morrenas y bloques erráticos son algunas de las Muestras de la erosión producida por el hielo. En el privilegiado entorno del parque natural del Lago de Sanabria se pueden localizar hasta 40 lagunas de origen glaciar.

Una vereda cada vez más desdibujada alcanza, tras descender por unas escaleras naturales, la llamada Poza de Las Ninfas. Cascadas y pequeños lagos se alternan formando un rosario de gran belleza. En el ensanchamiento de la garganta se forma el valle de la Cueva de San Martín. Al caminante le quedan dos alternativas para regresar, la primera es volver por el mismo camino; la segunda y más trabajosa es continuar -siguiendo el arroyo de Covadosos- hasta San Martín de Castañeda y enlazar, por la llamada y bien balizada senda de San Martín, con Ribadelago Viejo.

.

Scroll al inicio
Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?