Pensar en Andalucía es llenarse de los colores de las buganvillas y gitanillas, del blanco de sus paredes encaladas, del azul profundo de sus mares bajo el sol. Así, la conocida como Ruta de los Pueblos Blancos nos lleva a recoger un sinfín de imágenes populares salidas del corazón mismo de Andalucía.
Esta ruta es una de las más conocidas y cada año, miles de viajeros se dispersan por los caminos andaluces haciendo su recorrido. Es una red de caminos que nos llevan a unos 20 municipios de las provincias de Cádiz y Málaga. Pueblos y ciudades que comparten esas casas con fachadas de blanca cal tan características en gran parte de la comunidad andaluza.
Como puerta al parque natural Sierra de Grazalema, en plena Sierra de Albarracín, junto al río Majaceite y rodeado de valles se nos aparece el pueblo EL BOSQUE (Cádiz), el que fuese casa de retiro señorial de los Duques de Arcos de la Frontera, con sus calles blancas salpicadas de fuentes y flores.
Este río es el coto truchero más meridional de toda Europa, de ahí que sea la trucha la protagonista en los platos de los bosqueños.
Su término municipal limita al norte con Prado del Rey; al sur con Ubrique; al este con Benaocaz y Grazalema; y al Oeste con Arcos de la Frontera.
El Bosque cuenta con el Premio Provincial de Embellecimiento al estar rodeado de espacios naturales de gran valor paisajístico. Se encuentra enclavado entre frondosos bosques y salpicado de manantiales de aguas medicinales, configurándose como un entorno atractivo para las actividades de turismo activo.
Además de disfrutar de su entorno, una vez en el municipio, encontramos monumentos destacados como la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, lugar donde veneran al patrón de la localidad, San Antonio de Padua.
Su Palacio Ducal es una muestra de arquitectura defensiva militar del siglo XV y XVI, aunque actualmente es propiedad privada y el torreón y la alberca se encuentran ya en ruinas.
El callejón de la Fragua, la Fuente del Rodezno y el Molino de Abajo completan un recorrido de lugares interesantes que visitar en El Bosque. Mención especial merece este molino que data del siglo XVIII, pues se conserva en perfecto estado y los visitantes pueden ser testigos del funcionamiento real de este tipo de construcciones históricas.
Se pueden realizar actividades muy diversas en El Bosque. A los deportes aéreos hay que sumar las diferentes rutas de senderismo por parajes que rodean la localidad. Todas ellas tienen al río Majaceite como referencia principal. Son la ruta El Bosque- Benamahoma, el Camino de los Pescadores y el Sendero de la Pedriza. Al principio de estos senderos encontramos el Jardín Botánico, parada recomendada para los amantes de la naturaleza. Estas rutas se pueden realizar también a caballo o en bicicleta.
Las ruinas del Castillo de Tavizna, a tan sólo 5 Km. de la villa, son también una buena propuesta para ampliar nuestras visitas de la zona.
Sus fiestas patronales son en junio, cuando se celebra además la romería de San Antonio de Padua, llevando a la imagen en procesión hasta el manantial de Los Cañitos. Resulta muy curiosa también la celebración del llamado Domingo de Piñatas, en carnaval, pues la gente del pueblo disfraza cántaros de barro y los llena de caramelos, los cuelgan en los balcones y un lugareño los rompe.
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